5/17/2007

Desbalances Globales (Columna : Mayo 24)

La economía internacional atraviesa aguas desconocidas, al menos para su actual tripulación. El ritmo de expansión actual, ya llega a los cuatro años, carece de precedentes en las últimas tres décadas. Según estimativos respetados e influyentes, como los del último World Economic Outlook del FMI (Abril 14), las cosas seguirán más o menos así en 2007 y 2008.
Este período de inédita abundancia ha estado acompañado por la existencia de crecientes desequilibrios. Mientras en los Estados Unidos hay un déficit históricamente muy alto en la cuenta corriente de la balanza de pagos, en la China y en los países exportadores de petróleo hay pasmosos superávit.
La coexistencia de dos fuerzas, la abundancia y el desequilibrio, genera preguntas cuya respuesta es de trascendental importancia. La manera en que se corrija el desbalance va a determinar el curso de este navío que es la economía internacional y, por ende, el de todos sus pasajeros.
En los diagnósticos y en el análisis hay de todo y por ende, de todo hay en las propuestas de política económica. La argumentación más sólida, a mi juicio, parte de un hecho irrefutable: debido a una combinación de diversos factores, la economía internacional está caracterizada por un gran exceso de demanda por activos financieros. Lo que Ben Bernanke, ha llamado el "el trancón del ahorro"
El exceso de demanda por activos es palpable en diversos hechos. Por el lado de la oferta, Ricardo Caballero recordaba que al estallar la burbuja bursátil en Japón se esfumaron cuantiosos activos y que el proceso de reemplazarlos ha sido muy difícil y es aún incompleto. Siguiendo con la oferta, las cifras muestran que hay cierta reticencia emisora. Los gobiernos, primero, no han aumentado su colocación de títulos: como proporción del PIB, la deuda pública mundial es idéntica hoy a lo que era el caso en 1997 (75%). Segundo, por el lado de las empresas el asunto es similar: el valor de todas las acciones emitidas en el mundo ha caído 34% respecto de la cantidad de dinero en el mismo lapso.
Pero más dramático es el lado de la demanda. El alza sostenida del ahorro en China, y más recientemente en los países petroleros (medio oriente y Rusia) reflejada en su enorme superávit externo convierte a estas naciones en sustanciales demandantes de activos financieros, año tras año.
Una manifestación del problema es la demanda de Banco Centrales por reservas internacionales, pero hay más. Las empresas demandan activos para hacer de colateral en operaciones que permitan reducir sus costos financieros. Los (mal llamados) fondos de cobertura (hedge funds) para apalancar operaciones expuestas a riesgos globales. Las compañías de seguros para cubrir riesgos crecientemente internacionalizados. Los hogares, en sociedades que envejecen, para sus ya cercanos períodos de jubilación. Y así sucesivamente.
Ahora bien, con recortes importantes en la oferta inicial de papel y con los enormes incrementos en la demanda lo obvio es que el mercado se encargue de generar los incentivos necesarios para que el papel financiero se emita, ¿cierto?
Si, pero no. Si porque el proceso está claramente en marcha. No porque el proceso está en pañales todavía. Los emisores creíbles para los inversionistas institucionales importantes, siguen siendo muy pocos.
La noción de un exceso de demanda por activos explica varios hechos importantes y adicionales a los desbalances mismos: las tasas de interés reales tan bajas a lo largo y ancho del mundo (lo que Greenspan, en 2005, famosamente denominó el "conondrum" ), y el muy favorable comportamiento de los mercados bursátiles y de otros activos.
De otra parte, el concepto permite pensar que el proceso de convergencia de los desequilibrios globales no tiene que pasar ni por una crisis mundial, ni por un idílico “pacto” cambiario internacional. Al contrario, tiene una alternativa muy clara: pasar por la modernización y profundización financiera.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y usted como ministro no decretó un control de capitales? no va eso en contravia de la "profundizacion y modernizacion financiera".

Anónimo dijo...

el tema de la profundizacion financiera es muy cierto, pero como hacer para que los funcionarios del actual gobierno y tambien nuestros "honorables congresistas" dejen de preocuparse por contrarrestar la revaluacion en vez de desarrollar rapidamente los mercados de coberturas cambiarias y el mercado monetario en Colombia, en vez de llevar a que las medidas antirevaluacion generen desprofundización financiera.

Unknown dijo...

Atte. Mi nombre es Marcelo D. Ferrer, economista de Argentina. Es muy acertada su apreciación respecto de que poca importancia le han dado los gobiernos latinoamericanos al contexto en que se desenvuelve la economía internacional y sus posibles desenlaces. En consonancia tal vez con el mensaje populista -mi país es un ejemplo relevante en esta parte del continente- que prefiere autoconferirse los logros económicos antes de reconocer que en mucho fueron añadidos por este -¿raro? - momento de la economía mundial.
Es pensable un colapso, por qué no. Esta euforia en los mercados financieros sugiere cierta inconciencia... de esa..., de la que genera miedos que se traducen en pánicos generalizados. Hay mucho inexperto incursionando en los mercados, y alguien inexperto, está siempre presto a realizar su pérdida ante el menor temblor. Pero también están los carry trade y la carrera del Banco Europeo por abastecer de euros al mercado a un ritmo sostenible con una depreciación moderada del dólar.
En otro orden, este tiempo de la informática avizora cambios tan profundos y repentinos que pudieran mellar las formas del comercio mundial tal y como lo conocemos. Tal vez... como a principios de siglo pasado, asistimos a un cambio de patrón que traduciría en obsoletas las denominaciones y por ende sus respaldos. Será por eso que China considera hoy reservas a los commodities, e incluso, a las propias empresas americanas. Pero China representa a su vez un misterio; no olvidemos la forma de su organización política y las confrontaciones y pujas e ideas... dentro de su único partido gobernante. A todo ello hay que sumar un contexto geopolítico, cuyo desenlace se supedita a la sustitución de recursos no renovables, tarea no fácil.

Si, es claro que los gobiernos -al menos puedo decirlo del de mi país- están abstraídos por su propio soslayo, sin avizorar recaudos. Aquí, en Argentina, el gasto evapora cada día el superávit nacional que, a estas alturas, no alcanza para cubrir los déficit que suman varias provincias. Y esto recién comienza, faltan cinco meses para las elecciones. De los casi cuarenta mil millones de dólares de la reserva, veinte mil se adeudan en letras y notas del Banco Central; la deuda externa supera el 84% del PIB, sin contar los fallos latentes en la CIADE, que pudieran condenar al país a millonarios pagos. La generalidad de los servicios públicos se encuentran subsidiados, al igual que el combustible que cuesta menos de 0,70 centavos de dólar; algo por demás congruente con un salario real que no supera los doscientos cincuenta dólares.

Se dice, muy sueltos de cuerpo, que con un peso devaluado se alienta la producción; el empleo... Como si ello pudiera lograrse de manera mágica sin necesidad de inversión; la inversión no elige Argentina, entre muchas razones, por un contexto social tan altamente subsidiado, que mete miedo.

Un saludo cordial.